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Europa se enfrenta cada vez más a desafíos hídricos que requieren atención inmediata y coordinación. El agua es un recurso fundamental para la vida, para los ecosistemas, para las actividades económicas y la sociedad en su conjunto y esencial para el futuro de la Unión Europea. Sobre esta premisa, el Foro de la Economía del Agua se suma a la petición del Consejo Económico y Social y del Comité de las Regiones y del Grupo del Agua del Parlamento Europeo, que han exigido a la Comisión Europea la publicación sin demora de la Iniciativa Europea de Resiliencia del Agua, que debería haberse hecho pública el 12 de marzo.
La Unión Europea anunció recientemente el aplazamiento indefinido de la Iniciativa de Resiliencia del Agua, “lo que pone en duda la determinación de la UE para abordar la crisis del agua, que ya está afectando a los ciudadanos, los agricultores, las industrias y el medio ambiente”, explica Francisco Lombardo, presidente del Foro de la Economía del Agua.
La relevancia de esta iniciativa, que introduciría acciones para asegurar la disponibilidad y calidad del agua en Europa, es particularmente alta para España, un país gravemente afectado por las sequías, tal y como reconoció el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, quien, junto a la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció que estaban preparando la iniciativa de resiliencia hídrica, destacando su "suma importancia".
A la espera de conocer la Iniciativa de Resiliencia del Agua anunciada por la Comisión, el Foro de la Economía del Agua celebra la adopción de dos medidas alineadas con sus objetivos, encaminadas a homogeneizar la metodología para medir los microplásticos presentes en el agua potable y controlar la calidad de las aguas regeneradas. Ambas regulaciones se enmarcan en el contexto del Pacto Verde Europeo, el Plan de Acción para la Economía Circular y la nueva Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la UE que hacen referencia a una mayor reutilización de las aguas depuradas como una herramienta clave para mejorar la capacidad de la Unión para responder a las presiones crecientes sobre los recursos hídricos.
Esta práctica puede limitar las extracciones de aguas superficiales y subterráneas, fomentando la conservación del agua para ayudar a restablecer un ciclo hídrico más seguro, en línea con el objetivo general de resiliencia hídrica que la Unión Europea promovió en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de marzo de 2023. El Foro de la Economía del Agua coincide en el espíritu de esta revisión normativa, de cara a establecer una gestión del riesgo sólida y homogeneizada para el conjunto de la Unión como elemento clave de seguridad para fomentar la confianza de los ciudadanos en la reutilización de las aguas regeneradas.
Según el nuevo texto aprobado por la Comisión, los planes de gestión del riesgo de estas aguas deben determinar todos los requisitos adicionales de calidad del agua que sean necesarios para garantizar la debida protección del medio ambiente y de la salud humana y la sanidad animal. Para Francisco Lombardo “esta homogeneización de los planes de gestión del riesgo, que deben acompañar cada proyecto de reutilización de aguas regeneradas, afianzará la confianza de la sociedad en los recursos hídricos y contribuirá a hacer del agua un recurso infinito”. “España reutiliza ya más de 400 hm3 de agua anuales, una cantidad que supone entre el 7 y el 13% del agua residual tratada y nos sitúa como líder en Europa en volumen de agua reutilizada”, añade.
El presidente del Foro de la Economía del Agua ha destacado la necesidad de que se establezcan “medidas urgentes y decisivas para allanar el camino de Europa hacia la resiliencia hídrica y salvaguardar la disponibilidad y calidad del agua para nuestras generaciones presentes y futuras”. Por ello, el Foro de la Economía del Agua se une al llamamiento para que el agua sea una prioridad estratégica en la próxima legislatura a partir de un Acuerdo Azul de la UE, que establezca las políticas hídricas como un eje transversal integrado en el conjunto de los desarrollos y políticas comunitarias.
Tal y como recoge el mandato del Parlamento Europeo respecto del Pacto Azul, “una buena gobernanza de los recursos hídricos en Europa exige un abordaje integral, que pase de un enfoque aislado a un enfoque holístico y colaborativo que atienda a todos los diferentes aspectos de la gestión del agua”. Para ello deben construirse e implementarse en asociación con todos los actores relevantes y partes interesadas (representantes de los ciudadanos, la sociedad civil organizada y los entes locales y regionales) y con los fondos, conocimientos y habilidades necesarios. “Europa necesita y merece un Pacto Azul de la UE estratégico y ambicioso. Su enfoque holístico nos permitirá convertir los desafíos hídricos en oportunidades y, al mismo tiempo, garantizar un futuro sostenible y con uso inteligente del agua, sin dejar a nadie ni a ningún lugar detrás”, concluye Lombardo.