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Con motivo del Día Mundial del Agua, la alianza StepbyWater emplaza a las administraciones a alcanzar un amplio consenso respecto de los usos de agua reutilizada y regenerada, como alternativa en tiempos de escasez hídrica
Reunidos en sesión de trabajo en el Cosentino City Center de Madrid, con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo y que este año, 2024, emplaza a preservar el recurso con el lema ´Agua para la paz´, la Alianza StepbyWater reivindica la necesidad de que conocimiento y soluciones basadas en la innovación, la ciencia y la tecnología que permiten alargar el ciclo de vida del agua y el desarrollo normativo que amplíe los usos permitidos, se acompasen, para aliviar y paliar el estrés hídrico.
Según los expertos y los aliados StepbyWater, en la actualidad, con las soluciones existentes es viable convertir el agua (en la actualidad, un recurso tan limitado como potencialmente limitante) a través de sus diferentes usos, en un recurso de vida ilimitada. Disponer de agua en cantidad y calidad suficiente, gracias a la implementación de medidas basadas en las reformulaciones del uso del agua, como reutilización, regeneración y desalación, es viable en países como España, que lidera la producción de agua en Europa y que ocupa el quinto lugar en el mundo respecto de su capacidad de reutilización instalada.
A la situación de escasez hídrica, cada vez más recurrente y frecuente en países como el nuestro, particularmente vulnerable al estrés relacionado con el recurso, hay que añadir una mayor demanda de recursos y la aglomeración en los entornos urbanos. Y en este contexto, urge acompasar el desarrollo normativo que regula el uso del agua de fuentes alternativas a la climatología con las soluciones existentes; del mismo modo en que es necesario un esfuerzo inversor en infraestructuras, señala la alianza multisectorial representada por el sector público, privado y sin ánimo de lucro en StepbyWater.
En la actualidad, España vive un momento de extraordinaria complejidad hídrica. Aunque las últimas lluvias han aliviado ligeramente la situación, la reserva hídrica española se encuentra al 54,7% de su capacidad. Cataluña, Murcia, Andalucía y Castilla La Mancha se enfrentan a una situación particularmente complicada que limita la cantidad de agua disponible, no solo para uso humano, sino para sectores clave como la agricultura, la industria o el turismo. “El agua es un recurso tan limitado, como potencialmente limitante para el desarrollo, el progreso y el bienestar”, concluye, con visión de futuro, la Alianza StepbyWater.
Estudios y experiencias recientes demuestran que las innovadoras soluciones basadas en el conocimiento y en la ciencia y el desarrollo tecnológico actual permiten adecuar, con garantías, el agua reutilizada a todos los usos, incluyendo el suministro de agua potable. Desde un punto de vista normativo, la Directiva europea de reutilización, que entró en vigor en junio de 2023, aprecia en las aguas residuales tratadas procedentes de depuradoras, una alternativa fiable de suministro de agua para fines diversos y pretende duplicar la reutilización.
Esta medida evitaría más de un 5% de la captación directa procedente de masas de agua y aguas subterráneas, lo que, según los expertos, permitiría una reducción de más del 5% del estrés hídrico global en el ámbito comunitario europeo. Si, además, como propone StepbyWater con sus acciones, se conciencia y se facilita el cambio de mentalidad necesario respecto del ilimitado potencial del agua proveniente de fuentes alternativas, es posible alargar ilimitadamente el ciclo de vida del agua, como ya se hace en California, Texas o Singapur.
En resumen, España lidera en Europa la producción de agua reutilizada; un país en el que las sequías no son fenómenos aislados. En un contexto marcado por una sequía acuciante, la crisis hídrica es un riesgo de sobra conocido. Paliar las situaciones de emergencia, aplicando las soluciones existentes, basadas en el conocimiento, la ciencia y la tecnología es posible, concluye la alianza StepbyWater, que apela a la necesidad de que la norma facilite el potencial despliegue de las innovaciones existentes que alargan el ciclo de vida del agua.