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Teodoro Estrela, quien fue director general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) durante los últimos 4 años, impartió una conferencia en la Universitat Politècnica de València (UPV) sobre las políticas y estrategias necesarias para avanzar hacia una gestión más sostenible y eficiente de los recursos hídricos en España.
La intervención de Teodoro Estrela se centró en los desafíos actuales y futuros en la gestión del saneamiento y la depuración de aguas en el contexto de la nueva Directiva Europea de Aguas Residuales. Por ello, explicó la situación de las aglomeraciones urbanas en España, mencionando que actualmente hay diferentes procedimientos de infracción abiertos por la Comisión Europea. "Muchos de estos se resolverán favorablemente antes de ser definitivos, ya que se subsanan durante el desarrollo del procedimiento. Para ello, es necesario una inversión de 8.000 millones de euros para mejorar el saneamiento y depuración de aguas antes del periodo 2027-2028”, afirmó Estrela.
En este sentido, señaló que España estuvo pagando 11 millones de euros de sanciones al semestre por incumplimiento de la Directiva de tratamiento de aguas residuales en quince aglomeraciones, reduciendo esta cifra a tres millones semestrales en la actualidad. “El papel desempeñado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha sido clave en esta mejora, implementando medidas significativas para reducir las infracciones y mejorar la eficiencia en la depuración y reutilización del agua”, puso en valor el también profesor asociado de la UPV e investigador del IIAMA.
Además, recordó que los planes hidrológicos de cuenca del tercer ciclo (2022-2027) ponen el foco en la recuperación ambiental y la seguridad hídrica y contarán con una inversión prevista de 37.000 millones de euros, “de los cuales 11.000 millones se destinarán al saneamiento y depuración, y 800 millones a la reutilización”.
Durante la conferencia, impulsada por Joaquín Serralta, subdirector del IIAMA, se resaltó que España es el país que lidera la reutilización en Europa con unas cifras que alcanzan los 400 hm3 al año, lo que equivale al 10% del agua depurada, siendo más del 60% destinado a usos de regadío. En este sentido, reconoció que apenas se han producido grandes avances en la segunda década del siglo debido a barreras regulatorias, financieras y técnicas. "Suprimir esas barreras ayudaría a duplicar esa cifra en los próximos años", incidió el representante de la CHJ.
Además, señaló que la revisión de la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales exige que el plan de gestión de riesgos sea elaborado por todas las partes responsables en la reutilización, identificando peligros, riesgos y medidas preventivas. “La Directiva 91/271 de Aguas Residuales ha sido efectiva en reducir la contaminación de fuentes urbanas puntuales, pero para alinearse con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción de Contaminación Cero (Aire, Agua y Suelo) para 2050, se han realizado ajustes significativos. La revisión se enfoca en tres áreas clave: calidad, economía circular y gobernanza”, explicó Teodoro Estrela.
En el ámbito de la calidad del agua, una de las principales modificaciones ha sido la introducción de planes para la gestión integrada de las aguas residuales urbanas, que incluyen las aguas de lluvia. Además, se ha reducido el umbral de tamaño para las aglomeraciones urbanas sujetas a la directiva, exigiendo una mayor inclusión de pequeñas comunidades en los programas de gestión de aguas residuales, asegurando un tratamiento adecuado y uniforme. "El plan tiene como fecha límite 2035, con posibilidad de prórroga si es necesario, proporcionando un marco temporal claro para alcanzar los objetivos propuestos”, indicó el investigador del IIAMA.
En el ámbito de la economía circular, existe una obligación de eliminar o recuperar nutrientes como fósforo (P) y nitrógeno (N) en plantas de tratamiento de aguas residuales grandes, mientras que para las de menor tamaño se requiere la realización de análisis de riesgo. Respecto a los microcontaminantes presentes en las aguas residuales, la directiva recoge que el 90% provienen de los sectores cosmético y farmacéutico. "La nueva directiva pone énfasis en abordar esta fuente significativa de contaminación, promoviendo la cofinanciación por parte estos sectores del coste de implementar los tratamientos necesarios para la eliminación de estos microcontaminantes", sostuvo Estrela.
Finalmente, señaló que la nueva directiva también se enfoca en mejorar la gobernanza en la gestión de aguas residuales, asegurando que las políticas y estrategias sean coherentes y efectivas a nivel local y nacional. "Esto incluye una mayor cooperación entre diferentes niveles de gobierno y partes interesadas”,
concluyó el profesor de la UPV.