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El consorcio compuesto por GS Inima, Aquapor y Luságua ha firmado con Águas do Algarve el contrato para el diseño, construcción y operación de la planta desalinizadora del Algarve en Albufeira. Este proyecto, con gran importancia estratégica, garantizará el suministro de agua potable para miles de habitantes y permitirá la continuidad de actividades económicas esenciales, fomentando el desarrollo sostenible de la zona.
En presencia del primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, de la Ministra de Medio Ambiente, Maria Da Graça Carvalho, del viceministro de Cohesión Territorial, Manuel Castro Almeida, de la directora general de GS Inima, Marta Verde, y de Isabel Soares, presidenta del grupo Águas de Portugal, así como de representantes del consorcio, se destacó el acuerdo histórico de este proyecto como una planta pionera que hará posible el uso del agua de mar, un recurso que hasta ahora no estaba disponible.
“Este proyecto de la desalinizadora aquí en el Algarve es un momento importante, ya que estamos dando un paso hacia otra oportunidad: el uso del agua de mar, que hasta ahora no estaba disponible. Una oportunidad que no es menor, ya que en este caso concreto dará a esta región la posibilidad de acceder a un agua potable equivalente aproximadamente al 20% del consumo urbano actual del Algarve,” destacó el primer ministro de Portugal, Luis Montenegro.
El proyecto, cuya finalización está programada para finales de 2026, utilizará tecnologías innovadoras con el objetivo de reducir el consumo energético de la infraestructura, haciéndola más sostenible desde el punto de vista medioambiental. En este sentido, se favorecerá el uso de fuentes de energía renovable, a través de la instalación de una planta de autoconsumo equipada con paneles fotovoltaicos que ocuparán alrededor de 4,5 hectáreas. Con estas iniciativas, el consorcio busca reducir los costes operativos y minimizar el impacto medioambiental, alineándose así con los objetivos globales de lucha contra el cambio climático.
Con una capacidad de producción de 16 millones de m3 de agua potable en la primera fase, la infraestructura está diseñada para alcanzar los 24 millones de m3 por año. Este proyecto, que utiliza un sistema de ósmosis inversa, garantizará el suministro de agua potable a miles de habitantes y su impacto positivo se reflejará en actividades agrícolas, industria y turismo, sectores clave para la economía local que dependen directamente de un suministro estable de agua.
“Con más de seis décadas de experiencia internacional probada en el campo de la desalinización, estamos muy orgullosos de participar en este proyecto y plenamente comprometidos a proporcionar soluciones de agua sostenibles y eficientes que garanticen un suministro seguro y confiable de agua potable para casi cien mil personas”, subrayó Marta Verde, CEO de GS Inima.
La apuesta por la implantación de estas soluciones tecnológicas innovadoras y medioambientalmente sostenibles refleja el compromiso del consorcio con la transición ecológica y la eficiencia hídrica.