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Facsa, con más de 150 años de experiencia en la gestión del ciclo integral del agua, ha celebrado una jornada técnica bajo el título ´Primeras experiencias del Real Decreto 3/2023. ¿Qué hemos aprendido?´. Una importante cita que ha reunido a expertos del sector para abordar los desafíos que plantea la nueva legislación sobre el agua de consumo y las lecciones aprendidas desde su entrada en vigor.
Pascual Maximino, director del Área de Abastecimiento de Facsa, es una de las voces clave de esta jornada. En esta entrevista, Maximino cuenta cómo se está adaptando el sector a los cambios legislativos, las estrategias que está implementando la compañía para cumplir con el real decreto o cómo contribuye esta legislación a hacer frente a situaciones de sequía.
En enero de 2023 entró en vigor el RD 3/23 que establece los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro. ¿Cómo se ha adaptado el sector a los cambios legislativos derivados del Real Decreto? ¿Qué medidas y estrategias concretas se están implementando para cumplir con el nuevo marco legislativo?
Desde su entrada en vigor el Real Decreto 3/2023 ha supuesto un cambio significativo en la manera en que gestionamos el agua de consumo, tanto en términos de control como de suministro. El sector está trabajando intensamente para adecuarse a las exigencias, reforzando las infraestructuras y ajustando los procedimientos de análisis y control para cumplir con los nuevos parámetros técnico-sanitarios.
En nuestra compañía hemos implementado ya acciones muy concretas para cumplir con este nuevo marco legislativo. Y seguimos haciéndolo, porque esta adaptación no es cuestión de unos meses, hay mucho trabajo detrás y requiere tiempo. Por ejemplo, empezamos por realizar un estudio de los datos históricos de calidad, puesto que el RD ha introducido modificaciones en los valores paramétricos y ha añadido nuevos, y tuvimos que comprobar qué nuevas necesidades de tratamiento existían en nuestros abastecimientos para poder estar seguros de que nos ajustábamos a lo que requiere el real decreto. Otra parte importante ha sido la de organizar el desarrollo de los Planes Sanitarios de Abastecimiento (PSA) y elaborar una plantilla propia.
Además, la redacción de los PSA ha acelerado el impulso que en los últimos años veníamos dando en la monitorización de parámetros en continuo, que este ha experimentado un aumento mayor y lo seguirá experimentando en los próximos años. Una cuestión que sobrevuela a todo esto, y en la que hemos invertido muchísimo tiempo y recursos es el desarrollo de una aplicación informática que nos permita centralizar y controlar toda la información y que nos dé garantías.
La innovación es una palanca fundamental para hacer frente a los retos del futuro. ¿De qué manera la apuesta por la innovación está ayudando a dar respuesta a los requisitos del RD 3/23?
La innovación siempre ha sido uno de nuestros pilares estratégicos. Llevamos muchos años apostando por la innovación como vía principal conseguir una gestión sostenible y eficiente del recurso que nos permita dar respuesta a los desafíos presentes y futuros. Ahora, las nuevas exigencias del Real Decreto están acelerando el uso de sensores inteligentes, los sistemas de monitorización en remoto o las herramientas basadas en inteligencia artificial que nos permiten anticipar problemas y reaccionar de una forma mucho más eficiente ante cualquier incidencia que podamos detectar.
Esto no solo nos ayuda a cumplir con las actuales exigencias, sino que también supone una herramienta fundamental para ayudarnos a mejorar nuestra capacidad de respuesta en escenarios de mayor complejidad. De hecho, hace unas semanas que, junto al Ayuntamiento de Castellón, hemos resultado adjudicatarios de una subvención de casi 6 millones de euros para nuestro proyecto conjunto de digitalización del ciclo urbano de Castellón. Esto nos permitirá integrar todas estas herramientas y va a ser una oportunidad excepcional de dar un gran impulso a todo el proceso de digitalización de la ciudad que hemos venido implementando en los últimos años.
Teniendo en cuenta la situación de sequía que afecta a muchas regiones de España y el impacto económico que esto conlleva, ¿cómo considera que el Real Decreto 3/23 puede ayudar a enfrentar este reto? ¿Qué acciones se están llevando a cabo para mitigar sus efectos?
Este nuevo marco legislativo busca contribuir a mitigar los efectos de la sequía al establecer requisitos que incentivan una gestión más eficiente. En este sentido, existe la obligación de reportar la información sobre el rendimiento hidráulico de las redes y no debemos olvidar que, cuando el rendimiento no está optimizado, estamos perdiendo recurso. Y, adicionalmente, una red mal mantenida constituye un riesgo sanitario y esto se evalúa dentro de los Planes Sanitarios, que también son una obligación recogida en el decreto.
Además, el aumento de la transparencia de los datos a la ciudadanía también contribuirá a hacer frente a las situaciones de escasez y, por supuesto, la introducción de los organismos de cuenca con la obligación de elaborar los Planes Sanitarios a nivel de masa de agua. Estos organismos deberán realizar una evaluación de riesgo a nivel de recurso, con lo cual se determinarán cuáles son las presiones principales en las masas de agua para el abastecimiento. De esta manera, esto solo puede contribuir a la mejora de las masas de agua y a garantizar la disponibilidad del recurso en situaciones de sequía.
En cuanto a las acciones que estamos llevando a cabo, en Facsa hemos estado trabajando codo con codo con los ayuntamientos para redactar los Planes de Emergencia ante sequías, también hemos hecho mucho hincapié en la difusión de campañas de concienciación como la de ‘El Valor del Agua’ junto al Ayuntamiento de Castellón, hemos intensificado la búsqueda de fugas que es algo que hacemos normalmente pero ahora con mayor intensidad y se ha impulsado todavía más el control y la monitorización de los parámetros que controlan el volumen de agua suministrado y que nos ayudan a detectar cuándo hay pérdidas de agua, para que podamos actuar cuanto antes.
Dado que el Real Decreto 3/23 promueve una gestión más sostenible y eficiente del agua, ¿cómo cree que este marco legal puede impulsar la modernización de las infraestructuras hídricas? Algo por lo que abogan en el I Estudio Facsa sobre el modelo de gestión en España…
En primer lugar, el incremento de las exigencias sanitarias para las propias infraestructuras ya va a ser un impulso que va a obligar a los propietarios de estas infraestructuras a adaptarse para cumplir con el requisito legal. En segundo lugar, la obligación de reportar datos de rendimiento hidráulico de las redes y el establecimiento de un umbral por parte de la Unión Europea en el que se recojan los datos de todos los estados miembros va a obligar a los propietarios de infraestructuras que tengan un peor rendimiento a tomar medidas al respecto.
En tercer lugar, la obligación de redactar los Planes Sanitarios de Abastecimiento pondrá de manifiesto el estado de las infraestructuras. Por último, en cuanto a las inversiones, no sabemos todavía cómo se van a materializar, pero la normativa recoge que la autoridad autonómica deberá elaborar un plan autonómico de inversiones públicas y privadas para facilitar la implementación de las medidas que marca el real decreto y que establece que este plan debería implementarse en el periodo de 2023-2030, pero lo cierto es que en estos momentos no sabemos muy bien cómo se va a llevar a cabo.
Esta jornada técnica se celebra en un año muy especial para compañía en el que conmemoráis vuestro 150 aniversario. Si echamos la vista atrás, ¿cómo ha sido la evolución de Facsa a lo largo de su extensa trayectoria?
A lo largo de estos 150 años Facsa ha pasado de ser una compañía local a convertirse en un referente nacional en la gestión del ciclo integral del agua. Actualmente estamos presentes en casi todo el territorio español y somos expertos en áreas tan transversales como las infraestructuras, los gases renovables o la valorización de residuos.
Esta evolución ha estado marcada por nuestro carácter innovador y nuestro compromiso con la búsqueda de herramientas que nos permitan hacer frente a los retos del futuro. Desde la implementación de las primeras redes de abastecimiento, hasta la adopción de las últimas tecnologías, hemos sabido adaptarnos a los desafíos de cada época manteniendo siempre nuestro compromiso de servicio a la ciudadanía y nuestro carácter cercano.