Empresas Premium
Un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV), en colaboración con Emivasa, destaca la efectividad del tratamiento de radiación ultravioleta (UV) como método de desinfección final para reducir significativamente la prevalencia de protozoos patógenos en una planta de tratamiento de agua potable.
Este es el principal resultado del artículo publicado en la revista científica Journal of Environmental Management, titulado Assessment of pathogenic protozoa in a drinking water treatment plant with UV treatment. El estudio fue realizado por Laura Moreno, José Luis Alonso y Yolanda Moreno, investigadores del grupo de Biodiversidad microbiana del ciclo del agua del IIAMA, junto a Patricia Soler y Javier Macián, de Emivasa.
El estudio parte de la realidad de la importancia de aplicar métodos avanzados de desinfección en el tratamiento del agua potable para asegurar su calidad y proteger la salud pública. Si bien la desinfección con cloro es un método ampliamente utilizado, no siempre es suficiente para eliminar ciertos protozoos patógenos que son más resistentes a los tratamientos convencionales.
Con el objetivo de evaluar la efectividad de la desinfección UV, se analizaron 50 muestras de agua recogidas durante 15 meses en diferentes fases del proceso de tratamiento de una estación de tratamiento de agua potable (ETAP). Estas muestras fueron estudiadas para tener una caracterización más exhaustiva de la presencia de organismos eucariotas, a pesar de no ser todos ellos parámetros establecidos en la normativa vigente.
“A pesar de que los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos se mantuvieron dentro de los límites regulatorios, algún protozoo potencialmente patógeno, como Blastocystis, fue detectado en concentración muy baja en el agua tratada tras la desinfección UV. Además, por primera vez en España, se identificó la ameba patógena Naegleria fowleri en una muestra de agua de río, que no fue detectada después del tratamiento de desinfección”, señalaron los investigadores del grupo de Biodiversidad Microbiana del IIAMA.
De hecho, los resultados determinan la eficacia del tratamiento UV en la reducción de la prevalencia de protozoos patógenos, destacando que la mera detección algunos microorganismos en concentraciones extremadamente bajas no significa que sean infecciosos ni que representen ningún riesgo. “Es crucial que la unidad de desinfección UV se sitúe después de la fase de filtración yantes de la desinfección final con cloro. Esta disposición garantiza que el agua mantenga bajos niveles de turbidez, evitando el ensuciamiento de las lámparas UV y asegurando una desinfección efectiva”, explican los investigadores.
Finalmente, los investigadores del IIAMA ponen en valor que este trabajo proporciona un análisis exhaustivo del microbioma eucariota en una planta de tratamiento de agua potable a gran escala que utiliza la radiación UV como método terciario de desinfección. “Aunque algún protozoo fue detectado en muy baja abundancia, no se ha podido determinar completamente su viabilidad y capacidad infectiva, lo que sugiere la necesidad de realizar investigaciones complementarias para evaluar con mayor precisión la resistencia de estos microorganismos en el agua tratada”, sostienen.
Por todo ello, concluyen que el estudio resalta el papel esencial de las plantas de tratamiento de agua en la protección de la salud pública, confirmando la efectividad de la radiación UV para inactivar protozoos resistentes a desinfectantes convencionales.