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El trabajo diario en una planta de tratamiento de agua suele requerir el movimiento de materiales o equipos, normalmente pesados, entre espacios. Ya sean válvulas, bombas o equipos de filtración, así como otros elementos necesarios para el tratamiento y distribución del agua o incluso para el mantenimiento de las instalaciones, su peso y volumen condiciona su desplazamiento, suponiendo un gran desafío para el personal que conforma la plantilla de la planta de tratamiento.
Para dar respuesta a esta problemática, no vale cualquier solución de maquinaria. Estos equipos han de cubrir particularidades como puede ser ofrecer un alto grado de maniobrabilidad. Así, máquinas como los apiladores eléctricos son una gran solución para mover todo tipo de elementos sin sufrir por posibles restricciones de espacio dentro de las instalaciones de la planta de tratamiento.
El manejo de materiales pesados en espacios cerrados o reducidos es una de las principales ventajas de los apiladores eléctricos si los comparamos con otro tipo de maquinaria o equipos. En plantas de tratamiento de agua, es común tener que realizar desplazamientos de materiales o elementos de gran peso o volumen por toda clase de localizaciones, incluyendo aquellas instalaciones más pequeñas o llenas de obstáculos.
Además, su gran maniobrabilidad también permite que el flujo de trabajo se mantenga sin interrupciones u obstrucciones de espacio, por ejemplo en las zonas más concurridas de la planta de tratamiento. Y gracias a su control eléctrico, las maniobras que se lleven a cabo para posicionar un elemento serán absolutamente precisas, colocándolo en el lugar exacto para su instalación, reemplazo o mantenimiento.
Por último, pero no menos importante, el uso de apiladores eléctricos reduce considerablemente los riesgos laborales. La inclusión de estos equipos en el parque de maquinaria de una planta de tratamiento de agua minimiza la necesidad de levantar elementos pesados de forma manual. Con lo cual, disminuye el riesgo de lesiones en los operarios de la instalación y hace su trabajo mucho más cómodo y seguro.
Las aplicaciones de estos equipos eléctricos pueden ser variadas dentro de una planta de tratamiento de agua. En primer lugar, para instalar maquinaria. Y es que, cuando se instalan filtros, bombas o válvulas de gran tamaño, los apiladores facilitan su posicionamiento preciso, reduciendo el tiempo de instalación y asegurando su correcta ubicación sin requerir maquinaria pesada.
En segundo lugar, para llevar a cabo mantenimiento, tanto preventivo como correctivo. En este caso, un apilador eléctrico puede resultar muy útil cuando se quiere retirar un equipo de su posición habitual para realizarle mantenimiento o una revisión. Por ejemplo, la limpieza de filtros. Además, este equipo es válido incluso en espacios reducidos.
En tercer lugar, para reemplazar piezas o actualizar equipos. En un entorno en el que la maquinaria debe actualizarse constantemente para garantizar la eficiencia del sistema, los apiladores eléctricos simplifican el proceso de reemplazo, evitando el uso de máquinas más grandes que requieren el desmontaje de estructura para acceder a las piezas o equipos que se desean actualizar, ya sean antiguos o desgastados.
Por último, para la organización del almacén de la planta de tratamiento, así como sus repuestos. En este contexto, el apilador eléctrico es el equipo perfecto para organizar y almacenar bombas de reemplazo o componentes de válvulas. Con este equipo, además, es posible maximizar el uso del espacio vertical y facilitar el acceso al mismo siempre que sea necesario.
La compra de apiladores eléctricos supone una inversión considerablemente más baja que la compra de maquinaria de gran tamaño. Además, suelen tener costes de mantenimiento más bajos, algo crucial para las plantas de tratamiento de agua, donde el presupuesto operativo es un factor importante. Optar por comprar maquinaria nueva significa apostar por un parque de máquinas 100% fiable sobre las que tomar todas las decisiones, optimizando su labor según las necesidades de cada momento.
Para seleccionar el apilador eléctrico que mejor se ajuste a las necesidades de una planta de tratamiento de agua, es importante considerar aspectos como:
El uso de apiladores eléctricos es una solución inteligente y económica para el manejo de maquinaria pesada en plantas de tratamiento de agua. Gracias a estas máquinas, se pueden realizar instalaciones, mantenimiento y reemplazo de equipos de manera segura y eficiente, asegurando así un mejor rendimiento y una operación continua.