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La Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento de Agua (AEOPAS) ha publicado un nuevo Informe sobre la situación de la sequía en España, esta vez correspondiente al primer trimestre del año hidrológico 2024-2025.
Este informe aborda la situación de la sequía en España durante el primer trimestre del año hidrológico 2024-2025, destacando los efectos del cambio climático en los recursos hídricos y el abastecimiento urbano. A pesar de las lluvias significativas en el otoño de 2024, que favorecieron una recuperación parcial de las reservas hídricas, diversas demarcaciones hidrográficas, como Guadalquivir, Segura, Júcar, Guadalete-Barbate y Cuencas Internas de Cataluña, aún muestran niveles preocupantes, con reservas muy por debajo de la media histórica. Estos desafíos subrayan la necesidad urgente de una gestión hídrica más resiliente y adaptada a los efectos del cambio climático.
En el análisis climático, se constata un patrón de anomalías extremas, con un otoño más húmedo de lo habitual en ciertas regiones y proyecciones para un invierno más seco en la mayor parte del territorio. La combinación de temperaturas más altas y precipitaciones irregulares resalta las tendencias asociadas al cambio climático, exacerbando la presión sobre los sistemas hídricos y la vulnerabilidad de las comunidades dependientes de estos recursos.
La disponibilidad global de recursos hídricos ha mejorado respecto a años anteriores, pero las disparidades entre cuencas son marcadas. Mientras algunas demarcaciones, como el País Vasco, están al 100 % de su capacidad, otras, como las Cuencas Mediterráneas Andaluzas o el Segura, se mantienen en niveles alarmantemente bajos. Esta disparidad evidencia la necesidad de políticas diferenciadas y adaptadas a las características de cada región.
En cuanto a la situación de sequía prolongada, los datos del Miteco a fecha de noviembre, constatan la superación en la práctica totalidad de la España peninsular pasando de 55 a 16. Así, solo se encuentran en esta situación zonas del levante almeriense, la Marina Baja y algunas comarcas de las Cuencas Internas de Andalucía.
Por su parte, la situación de escasez ha experimentado una notable mejora y, actualmente, de las 222 Unidades Territoriales de Escasez (UTE), un total de 127 se encuentran en situación de normalidad2, 21 en prealerta, 32 en alerta y 14 en emergencia. Solo el 6,3% de la España peninsular se encuentra situada en escenario de emergencia y el 14,4% en preemergencia. El mapa de la escasez de recursos hídricos en la España peninsular muestra territorios donde la situación de sequía se ha cronificado, como son los casos de la aglomeración urbana de la costa de Málaga y la Axarquía, el levante almeriense o el norte de las Cuencas Internas de Cataluña.
Los cortes de suministro en abastecimientos urbanos derivados de la sequía se han reducido ostensiblemente y en este periodo no se han identificado casos relevantes. Las interrupciones en los servicios de abastecimiento se han debido principalmente a los daños asociados a los temporales, tanto en infraestructuras del ciclo urbano del agua como en alteraciones de la calidad del agua en las fuentes de captación.
Pese a la mejora general en los indicadores de sequía y escasez, persisten desafíos críticos que requieren atención urgente. Es esencial avanzar en la planificación mediante instrumentos como los planes de emergencia, cuya implementación en municipios de más de 10.000 habitantes es insuficiente. Estos planes, coordinados con los de los organismos de cuenca, permitirían mitigar los efectos sociales y económicos de la sequía.
Además, AEOPAS propone medidas como la diversificación de fuentes de agua, la protección de acuíferos frente a la sobreexplotación, y el impulso a la reutilización de aguas regeneradas para usos no potables. También se enfatiza la necesidad de crear un Observatorio del Ciclo Urbano del Agua y fomentar medidas urbanísticas para reducir la vulnerabilidad hídrica de las ciudades. Otros ejes fundamentales son la reducción de pérdidas en las redes de distribución, donde se pierden porcentajes significativos de agua tratada, la mejora de la estructura tarifaria y la digitalización en pequeños y medianos municipios. AEOPAS aboga por un plan nacional y provincial de reducción de fugas, acompañado de una estructura tarifaria que garantice la sostenibilidad económica de los sistemas. También es urgente priorizar la digitalización del ciclo urbano del agua para optimizar el uso de recursos y promover una gobernanza efectiva que dé prioridad a los usos urbanos. Para afrontar estos retos, AEOPAS solicita la creación de un gabinete de crisis para coordinar esfuerzos entre administraciones y garantizar una gestión integral de los recursos hídricos en un contexto de cambio climático.
A continuación se pueden descargar los principales datos del informe AEOPAS.
