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La empresa KSB acaba de lanzar al mercado la última generación de sus bombas Magnochem con arrastre magnético. Disponible en 52 tamaños, se distingue especialmente por su rendimiento de potencia elevado y, por lo tanto, por un bajo consumo de energía. Todas las características de las bombas cumplen con las normas ISO 2858, EN 22 858 e ISO 5199.
Los ingenieros que han diseñado las bombas han prestado especial atención al diseño del acoplamiento magnético y al recorrido de los fluidos de circulación, refrigeración y lubricación. Ello permite al usuario elegir entre cuatro formas de funcionamiento, desde la simple circulación interna hasta la versión conocida como configuración dead-end, con un sistema hidráulico auxiliar. Puede instalarse opcionalmente un intercambiador de calor externo. Eso permite elegir el grupo motobomba más adecuado para el bombeo de fluidos polimerizantes, coagulantes o, incluso, cristalizantes y con punto bajo de ebullición.
Los anillos del contenedor pueden fabricarse tanto en materiales metálicos como el Hastelloy o el titanio como en óxido de circonio, según las necesidades del cliente. El óxido de circonio es altamente resistente a la corrosión y no produce corrientes de Foucault cuando es atravesado por un campo magnético móvil. De esa forma, se evitan las pérdidas térmicas inútiles que reducen la potencia y comprometen la eficiencia de la bomba. Los ingenieros han elegido el samario-cobalto como material magnético debido a su buena resistencia a la temperatura y a sus excelentes características magnéticas.
Los cojinetes lisos con revestimiento adiamantado aseguran buenas propiedades antigripado en caso de lubricación insuficiente, una característica que, junto con una disposición óptima de los cojinetes lisos radiales, garantiza una perfecta seguridad de funcionamiento de la bomba. Existen diversos tamaños de acoplamiento para cada tamaño de bomba, lo que evita un sobredimensionado inútil del accionamiento magnético. Las bombas se caracterizan en servicio por sus bajos niveles de vibración obtenidos gracias al equilibrado estático y dinámico del rotor de cada bomba durante el proceso de fabricación. De lado del motor, barreras de fuga opcionales, como los anillos de estanqueidad del eje, ofrecen una seguridad adicional y protegen los rodamientos generosamente dimensionados y el entorno contra cualquier fuga eventual. La cámara del rotor puede ser controlada mediante sensores.
Además de la versión clásica en ejecución ´proceso´, existe una variante monobloc en 44 tamaños para instalación en espacios pequeños. La serie tipo ofrece caudales de hasta 1.400 m3/h a una altura máxima de 233 m. Las temperaturas de trabajo admitidas van desde -90 ºC hasta +300 ºC.
