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Schneider Electric, especialista global en gestión de la energía y automatización, amplía el rango de su gama de baterías de condensadores de baja tensión VarSet Easy. Esta ampliación se ha realizado con el objetivo de ofrecer al cliente mayores posibilidades de elección, consiguiendo llegar hasta 600 kvar, manteniendo la sencillez en la elección del equipo, en la instalación y en el mantenimiento.
Las baterías automáticas de condensadores VarSet Easy son las únicas baterías en su categoría que reúnen en un mismo equipo características como la robustez, un IK 10, el más alto del mercado; la calidad de sus componentes, donde todos los elementos (condensadores Varplus EasyCan, regulador serie Varlogic, contactores Tesys, interruptores automáticos EasyPact CVS y Compact NSX) son de Schneider Electric; y la estética tanto en el exterior, con el diseño de los armarios Spacial, como en el interior del equipo, donde el cableado y disposición de los componentes está por encima de la media del mercado.
La ampliación de la oferta de baterías de condensadores VarSet Easy la componen 20 nuevas referencias que cubren el rango de potencia de 225 kvar a 600 kvar 400V 50Hz, con y sin interruptor automático en cabecera; completando así la oferta disponible hasta ahora y consiguiendo una oferta comprendida entre 7,5 y 600 kvar. El sistema de protección por sobrepresión del condensador VarplusCan garantiza la seguridad y fiabilidad del conjunto, permitiendo la ausencia de protección externa para cada escalón. Todas las baterías de condensadores VarSet Easy, con interruptor automático en cabecera, disponen de mando rotativo prolongado. La oferta VarSet Easy ha sido diseñada para conseguir un rendimiento excepcional y duradero, destacando por su robustez, seguridad y la calidad de sus componentes.
Todas las instalaciones en las que existe un consumo de energía reactiva son susceptibles de ser compensadas. El periodo de amortización de las baterías de condensadores se resuelve en general en un periodo inferior a 12 meses. Su utilización optimiza las instalaciones eléctricas reduciendo costes aprovechando al máximo la capacidad del transformador y optimizando la instalación. De esta manera, se logra obtener el máximo rendimiento: minimizando las pérdidas provocadas por el efecto Joule, se reduce la sección de los cables y el calibre de las protecciones y al eliminar las penalizaciones por el consumo de energía reactiva, se reduce significativamente la factura eléctrica. Cabe destacar que por cada kvar instalado se ahorran hasta 95 kg de emisiones de CO2, por lo que al compensar la energía reactiva, se colabora de forma activa en la mejora del medio ambiente.