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La empresa hidráulica Llaberia Group presenta la solución óptima a la problemática de las fugas de las juntas utilizadas en las instalaciones: las nuevas juntas Llaberia-Klinger. La empresa se ha convertido en distribuidor exclusivo de esta gran innovación en España.
Las juntas para brida son los elementos selladores del paso de líquidos o gases que pasan entre dos bridas que constituyen parte de una instalación mecánica para evitar fugas al exterior. Actualmente, la gran mayoría de estas juntas en poco tiempo pierden su funcionalidad y requieren de un mantenimiento que significa costes adicionales. Llaberia Group ha considerado aprovechar este gran inconveniente ofreciendo unas ventajosas juntas denominadas Llaberia-Klinger, con las que ponen al alcance de todos sus clientes poder realizar una instalación hidráulica correcta y con una larga duración en el tiempo.
Funcionamiento e instalación
El objetivo de las juntas de estanqueidad es obtener una unión perfecta entre ambas bridas y suplir posibles imperfecciones o irregularidades en las superficies de ambas partes. Cuando la junta recibe presión se comprime, y gracias a los tornillos y la flexibilidad de la junta conseguir el sistema de sellado necesario. Sin embargo, la gran mayoría de las juntas utilizadas hoy en día pierden su funcionalidad en un periodo de tiempo reducido y requieren ser reapretadas si se quieren evitar las fugas.
El efectivo funcionamiento de las juntas en el montaje de una instalación es vital para obtener buenos resultados. Para ello se debe establecer previamente su resistencia a los distintos fluidos, productos químicos, ácidos, alcalinos, temperaturas extremas, presiones y su capacidad para soportar diferentes entornos, con el fin de elegir el material de la junta más adecuado para cada
proyecto. La gran mayoría de estas juntas se realizan en EPDM si son destinadas para uso en agua potable, pero existen variantes, como por ejemplo el NBR para aguas sucias.
Asimismo, para realizar una correcta instalación, y tener unos bajos costes de mantenimiento, hay que tener en cuenta la facilidad de montaje, el apriete del atornillado, y la limpieza de las juntas y las bridas a sellar. Sin embargo, en gran parte de los casos donde se utilizan las juntas habituales aparecen fugas, y el reapriete significa unos costes de mantenimiento bastante elevados.
Solución hermética
Por un lado, la principal problemática de las juntas de PVC es que cuando reciben la presión se aplastan y se deforman y ya no recuperan su forma inicial, con lo cual dejan de ser útiles. Por otro lado, las juntas de PE (polietileno) en un principio cierran correctamente, pero pasado un periodo de tiempo si no son reapretadas no pueden evitar que aparezcan fugas. El problema se agrava a mayor diámetro y mayor presión.
Ante esta problemática, Llaberia Group ha querido buscar una solución que ofrezca al cliente unas juntas con un sellado hermético que no permitan ninguna fuga y sin la necesidad de ningún reapriete en el futuro. Con este fin, la empresa ha decidido colaborar con Klinger, líder mundial en soluciones de sellado, control y monitorización de fluidos, y convertirse en distribuidor oficial en España de las juntas Llaberia-Klinger, las cuales significarán un gran avance para la mejora de las canalizaciones hidráulicas.
Las juntas Llaberia-Klinger destacan sobre el resto por incorporar un alma de acero, la cual impedirá que se muevan y se deformen cuando se ejerza presión sobre ellas. Una capa exterior de caucho protege su interior, a la vez que potencia su resistencia y durabilidad. Su diámetro exterior será igual al diámetro interior de la tornillería, con lo cual siempre se van a mantener centradas y sin la posibilidad de escaparse. Hay que tener en cuenta que todas las ventajas de las juntas Llaberia-Klinger van a ser efectivas siempre y cuando la instalación sea correcta.
Modalidades
Estas nuevas juntas ofrecen tres modalidades, en función del tipo de materiales entre los que tengan que ser colocadas: juntas para metal-metal, con un diámetro interior igual a la tubería y sin bordón; juntas para metal-plástico, con un poco más de grosor que la anterior y un diámetro interior igual al de la tubería más el chaflán, este tipo sí cuenta con bordón a modo de cuña para que la valona tenga un buen asentamiento; y por último, juntas para plástico-plástico, más amplias y más gruesas para poder absorber correctamente el asentamiento de ambas partes.
La modalidad más común y utilizada en las instalaciones es la junta para metal-plástico, debido al tipo de instalaciones que se realizan más a menudo. Así pues, con esta lista de ventajas y con una óptima comercialización y distribución del producto, Llaberia Group espera alcanzar grandes resultados con este producto novedoso. Hasta el momento, ya ha conseguido una mención al producto de más calidad en la última edición de la feria hidráulica Cubagua 2019 en La Habana, Cuba.