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La gestión de la presión ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir las fugas de agua no contabilizada, mejorar la eficiencia energética y reducir los costes de funcionamiento y mantenimiento. Esto es lo que hace el sistema Demand Driven Distribution de Grundfos, trabajar controlando la presión según la demanda.
Con el objetivo puesto en la reducción de costes y la mejora de la calidad de suministro, las empresas de suministro deben encontrar nuevas soluciones que permitan afrontar estos retos de manera inteligente. Todas se encuentran con los mismos problemas: costes eléctricos que no dejan de aumentar, pérdidas de agua por fugas y acometidas ilegales y el envejecimiento de las infraestructuras, entre otros. Cada vez es más difícil para estas compañías garantizar un suministro seguro, estable y a un precio competitivo.
Grundfos Demand Driven Distribution permite trabajar controlando la presión según la demanda, teniendo en cuenta que la gestión de la presión ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir las fugas de agua no contabilizada, mejorar la eficiencia energética y reducir los costes de funcionamiento y mantenimiento.
Se trata de una gestión óptima de la presión en la red, asegurando que el agua llega a los usuarios finales mientras se reducen los excesos de presión, totalmente innecesarios, teniendo además bien presente que tanto la escasez como la calidad del agua son problemas de interés público, que pueden llegar incluso a condicionar el crecimiento de ciudades y países de todo el mundo.
Distribución según la demanda
Con la solución Demand Driven Distribution (DDD) de Grundfos, la presión en la red se mide utilizando sensores de presión remotos, llamados XiLog, instalados en los puntos críticos, que pueden ser los puntos más lejanos o en los que es necesario garantizar unos valores de presión más bajos por requisitos de la propia red, por ejemplo. Estos sensores transmiten los datos recopilados al controlador CU del DDD, permitiendo un control adaptativo de las estaciones de bombeo de forma que se mantiene la presión en el nivel requerido en toda la red. Esto se traduce en que es posible para las empresas de suministro de agua trabajar a la presión dada por las condiciones operativas, ni más ni menos, reduciendo así fugas, optimizando la gestión de los recursos materiales y humanos y por supuesto, mejorando el confort del usuario final.
Beneficios medibles
La gestión de la presión con el sistema Deman Driven Distribution (DDD) ofrece beneficios cuantificables a las empresas de suministro, pero también a los usuarios que se encuentran al final de la red. Variando la presión para cubrir los ciclos de demanda diarios se consigue reducir, por ejemplo, la gravedad y duración de las roturas de tuberías relacionadas con el trabajo a presiones demasiado altas, sin dejar de cumplir los requisitos locales de presión de suministro en red ni comprometer la continuidad y calidad de dicho suministro.
Para la empresa de distribución, las cifras medias según los resultados obtenidos de proyectos ejecutados desde 2014, muestran una reducción de las fugas de un 15% con un ahorro energético del 25% y un 35% menos de roturas en tuberías.
Visite la web de Grundfos para conocer más detalles sobre Demand Driven Distribution y las soluciones para el suministro eficiente y fiable de agua: www.grundfos.es.