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Dentro del enorme abanico de las válvulas hidráulicas, en los sistemas automáticos de filtración se pueden encontrar las válvulas de retrolavado, también conocidas como válvulas de limpieza. Lama detalla los usos y funcionamiento de estas válvulas de retrolavado.
Como cualquier válvula, las válvulas de retrolavado administran y sectorizan la instalación y dirigen los flujos de agua en el sentido correspondiente a la situación de filtrado o limpieza. Estos dispositivos de limpieza están a cargo de ejecutar el lavado de los filtros, vertiendo el agua sucia del sistema a atmósfera.
Operan mediante solenoides, que son pequeñas electroválvulas que reciben una señal eléctrica y la trasforman en comando hidráulico para maniobrar las válvulas. Es decir, reciben la instrucción del solenoide para cambiar de posición de filtración a posición de limpieza:
Además, las válvulas de retrolavado pueden usarse como dispositivos hidráulicos de tres vías, con posibilidad de hacer circular agua a dos sectores alternativamente.
Normalmente se ven en equipos de filtración de arena y anillas. También es habitual encontrarlas como dispositivo de retención de presión, en sustitución a las válvulas sostenedoras. En cabezales pequeños donde falta presión, se ubican a la salida de estos, cerrándose la vía del drenaje.
Tipología Lama de válvulas de retrolavado
Lama diferencia estos dispositivos dependiendo del material de fabricación. De este modo, distinguen entre válvulas metálicas y válvulas de poliamida. La línea de válvulas Globo, está diseñada principalmente para su empleo en sistemas automáticos de filtrado.
Las Globo metálicas cuentan con un cuerpo de tamaño reducido, sin embargo, admiten un flujo de agua de gran caudal. Alberga axialmente un eje de acero inoxidable responsable de guiar las maniobras principales de apertura y cierre, así como el control de drenaje en operaciones de limpieza de filtros. Este eje sujeta una membrana, responsable del control de agua hacia el filtro o a drenaje, es decir, controla el paso de agua del circuito principal. Dicha membrana tiene forma de ´globo´ y por dicha morfología se adapta perfectamente a la tapa de la válvula, permitiendo conseguir el máximo caudal con una mínima pérdida de carga.
En su extremo inferior lleva acoplada una válvula de caucho, vulcanizado en el mismo eje, responsable de las maniobras de evacuación al exterior de agua sucia. La tapa de cierre va sujeta al cuerpo de la válvula con tornillos de acero inoxidable. La maniobra de cierre se realiza en dos etapas bien diferenciadas; la primera rápida y la segunda a menor velocidad, logrando con ello evitar golpes de ariete en la red.
El sistema trabaja con bastante uniformidad, debido a que todos los movimientos de apertura y cierre se producen respecto al eje geométrico de la válvula, lo que garantiza que en ningún caso se encuentre sometida a esfuerzos hidráulicos que descompensen el sistema.
Lama diseña y fabrica válvulas Globo metálicas de 3” y 4”, siendo esta última la indicada para instalaciones donde los filtros albergan más de un cartucho por unidad, es decir, donde se necesita un mayor caudal.
La válvula Globo Plastic de 3” es de tamaño reducido y una inmejorable capacidad de maniobra en el cambio filtración/limpieza. Estudiada para trabajar con cualquier tipo de agua, desde la más a la menos contaminada. Esta nueva válvula nace como un producto totalmente revolucionario dentro del mercado de válvulas de limpieza de sistemas de filtración.
Se trata igualmente de una válvula de tres vías, inyectada en poliamida cargada de fibra de vidrio, que resuelve los problemas típicos de aguas corrosivas, dentro del mercado de tratamiento de aguas industriales. En el diseño de su morfología Lama ha empleado formas geométricas muy puras, condición que facilita su obtención en el proceso de inyección. Globo Plastic ha sido concebida en una sola pieza, albergando elementos estructurales que posibilitan su uso en condiciones extremas de presión. El departamento de ingeniería de Lama ha estudiado a fondo, a través de cálculos analíticos e informáticos, la forma más adecuada para lograr la mejor hidrodinámica. Ningún elemento, tanto estructural como funcional, ha sido colocado sin tener en cuenta su mayor integración en el modelo.