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Bajo el título de ´Coronavirus, confinamiento, operación remota integrada y transformación digital. ¿Para qué perder el tiempo leyendo este post?´, la empresa Nexus Integra ha escrito en su blog el siguiente artículo que desde Tecnoaqua reproducimos como ejemplo para mitigar enla medida de lo posible un impacto como el COVID-19.
Estamos en shock. Todos nosotros. Desde hace unas semanas, todavía pocas, nos está resultando muy complicado (imposible en la mayoría de los casos) predecir según nuestra experiencia pasada cómo se va a comportar el futuro. Incluso el futuro a más corto plazo.
Analizar las razones que hacen que la psicología humana se comporte haciéndonos sentir inseguridad y temor en esta situación sería interesante, pero posiblemente se alejase de lo que se supone que debe ser el contenido de una publicación de carácter tecnológico. O tal vez no sea así, y sirva para demostrar cómo la tecnología, correctamente aplicada al servicio de las personas y las organizaciones, puede servir para mitigar el impacto de un evento como el que nos tiene confinados en nuestros hogares a millones de personas.
El teletrabajo y la telegestión en tiempos del COVID-19
Qué duda cabe acerca de las consecuencias que todos los acontecimientos derivados de la actual situación van a tener sobre nuestras vidas y sobre la economía. En otras épocas posiblemente hablaríamos de décadas necesarias para sobreponerse a un inesperado evento como este. Evidentemente, el golpe emocional y social, el más importante, no puede evitarse. Pero afortunadamente, las no menos importantes secuelas derivadas de la interrupción inmediata de gran parte de la actividad productiva sí pueden mitigarse gracias a la tecnología.
Lo que muchos de nosotros hicimos tras el aviso de confinamiento forzado fue prepararnos para cumplir con nuestras obligaciones laborales desde casa. Cada uno en la suya, pero como un equipo, manteniendo activa la organización. Por suerte, para las empresas tecnológicas, nativamente digitales, es más sencillo adoptar este tipo de metodologías flexibles que nos permiten mantener la empresa operativa con una merma de productividad limitada (incluso nula en muchos casos).
Sin embargo, en contra de lo que cabría esperar, hay otras organizaciones mucho más antiguas y aparentemente tradicionales, que de acuerdo a la modernización de sus procesos internos han sido capaces de implantar también estos mecanismos ágiles. Y por supuesto que se han visto dramáticamente afectadas por la situación actual, pero de una manera menos brusca y con una capacidad de respuesta mucho más rápida que sus homólogas. En esto consiste, precisamente, la auténtica transformación digital.
Como ejemplo de este tipo de organizaciones está Global Omnium, empresa de gestión del ciclo integral del agua y que cuenta con 130 años de historia. El grupo empresarial gestiona todos los aspectos relacionados con la captación, el tratamiento, la distribución de agua potable, así como el saneamiento y la depuración en más de 300 municipios tanto de España como a nivel internacional. De esta forma, manejan una red de 15.000 kilómetros de tuberías y 500 instalaciones, garantizando el servicio a más de 3 millones de personas.
En este caso, hace más de diez años la compañía inició un proceso de digitalización que les ha conducido a la integración total de sus sistemas de gestión de producción. Entre otras iniciativas, hace más de cuatro años se inauguró el centro de control desde el que se gestiona la totalidad de sus operaciones. Esta operación integrada está basada en Nexus Integra.
El centro de control se cerró, junto con el resto de sedes y centros de trabajo de la empresa, hace más de dos semanas. Y pudo hacerse con un impacto mínimo a pesar de ser un punto fundamental para la operación de las infraestructuras y el abastecimiento de un bien básico, porque es posible operarlo íntegramente en remoto, gestionando los procesos y coordinando la operación exactamente igual que si permaneciese abierto. Este hecho ha permitido que decenas de personas puedan permanecer en sus casas sin dar lugar a una penalización sensible en el servicio prestado, estando a resguardo del contagio y limitando la extensión de la epidemia.
Lo que hubiese costado adelantarse a los acontecimientos
Por supuesto, no todas las situaciones son iguales, ni en todas las empresas es posible aplicar la misma metodología. Sin embargo, ha quedado patente de forma reciente que ser capaz de supervisar, organizar y gestionar los procesos industriales de forma remota e integrada tiene un beneficio palpable cuando es fundamental reducir al máximo la presencia de personal físico en las oficinas y centros de producción. El retorno de la inversión es evidente.
Prácticamente todas las empresas que decidieron de forma seria y rigurosa embarcarse en este proceso de transformación aseguran lo mismo. Fue (y es en la mayoría de casos) un proceso complejo, pero los beneficios se ponen de manifiesto en el momento en que el escenario cambia y ya no hay vuelta atrás. Es por eso que vale la pena intentar gestionar la producción de una forma integrada, accesible desde cualquier ubicación, por cualquier persona y que éstas accedan a los datos e información que les interesan. Poder supervisar, lanzar órdenes a producción, resolver problemas e incidencias, disponer de alertas tempranas, coordinar los equipos de trabajo, disponer de datos fiables en tiempo real, etcétera, son hechos que le están dando un enorme sentido práctico y dotando de un importante valor a la expresión ´gemelo digital´ durante estos días, especialmente en su acepción de operación integral.
Por lo tanto, la cuestión en este momento no es tanto analizar lo que hubiese costado adelantarse a los acontecimientos, como el coste que está suponiendo no transformar la organización y prepararla para los retos que están por llegar.
Sacaremos lo mejor de esta situación
Una conclusión valiosa a toda esta exposición es que, como de toda crisis, nuestra sociedad, nuestras empresas y nosotros mismos, así como nuestra forma de vivir y gestionar van a verse afectadas, pero no cabe duda de que seguiremos adelante.
Resulta fundamental entender qué es lo que se ha venido haciendo correctamente en términos de gestión hasta ahora y en qué podemos mejorar, así como averiguar cuáles son los secretos que han permitido a algunos sortear mejor las dificultades que nos hemos encontrado y que seguirán apareciendo en el futuro.