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La Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) ha enviado a todos sus asociados un documento de posicionamiento sectorial titulado ´COVID-19: Aguay saneamiento´ en el que se recoge las últimas informaciones sobre el tema, en relación a la seguridad en el agua de consumo, la presencia del virus en las aguas residuales y la aplicación de medidas preventivas y de seguridad aplicadas en el ámbito del saneamiento.
Este documento, al que Tecnoaqua ha tenido acceso, se dice que, en relación al agua y al saneamiento, "con la información disponible hasta el momento las autoridades sanitarias consideran que, como en el caso de otros virus de la misma familia, el agua y los sistemas de saneamiento no deben ser una prioridad para la monitorización y gestión del control del SARS-CoV-2, para el que se prevé un comportamiento similar al de estos otros coronavirus frente a los procesos de tratamiento y desinfección aplicados al agua".
En cuanto a su presencia en aguas residuales y medidas preventivas, el documento también señala que "a día de hoy existen ya las primeras evidencias de que el SARS-CoV-2 se puede llegar a excretar a través de las heces de pacientes infectados; se desconoce todavía la cantidad de virus que se puede excretar por esta vía, durante cuánto tiempo y si los virus presentes son infecciosos o no. Por otra parte, los primeros estudios llevados a cabo en aguas residuales (todavía preliminares) no han detectado presencia del virus en las aguas residuales tratadas hasta el momento, si bien pueden estar presentes en las aguas residuales no tratadas (como de hecho lo están otros virus patógenos durante brotes clínicos). Estos mismos estudios concluyen por ahora un riesgo muy bajo para los operadores de depuración por exposición a los aerosoles que se pueden generar en su actividad. No obstante, son necesarios más estudios y datos en este ámbito".
Por ello, "se considera que los estándares de protección empelados actualmente en el sector para trabajar de manera segura con aguas residuales son adecuados e igualmente aplicables para la protección frente al SARS-CoV-2 y que no se requieren cambios especiales ni específicos debidos a la posible presencia de este en las aguas residuales".
Por lo que respeta a los fangos de depuración, "no existen todavía trabajos sobre la posible presencia del virus SARS-CoV-2 en los mismos, si bien algunos estudios han detectado la presencia de otros coronavirus, por lo cual esto no puede descartarse. Se piensa, no obstante, que en caso encontrarse en los mismos, el SARS-CoV-2 estaría, por sus características, en forma no infectiva".
En cuanto al control de la calidad de las aguas y seguridad del agua de consumo, "hasta la fecha no existe ninguna evidencia de la presencia del SAR-CoV-2 en aguas tratadas y la posible transmisión de la COVID-19 desde las mismas está a día de hoy descartada [...] Los procesos de desinfección convencionales, empleados para inactivar a los virus más resistentes, inactivarían de manera eficiente al SARS-CoV-2 en caso de presencia, según reconocen la OMS y otros organismos de referencia internacional". Por lo tanto, se considera adecuado continuar con la monitorización actual de indicadores de contaminación fecal para el control de la calidad de las aguas, especialmente E. coli. La inclusión del control de colífagos somáticos aporta un nivel de seguridad adicional". Así mismo, se asegura que "las actuales prácticas de desinfección (cloro y derivados) aseguran un adecuado nivel de protección de las aguas de consumo ante este y otros virus".